Los hechos ocurridos en la tarde del sábado en la Plaza Pérez Velasco, nos obligan a dirigirnos a la opinión pública y a los poderes de la Nación, puntualizando lo siguiente:
Falange Socialista Boliviana había convocado al pueblo de La Paz, consecuente con su postulación democrática y al amparo de las garantías constitucionales ofrecidas a la oposición por el gobierno, para efectuar la proclamación de sus candidatos a la Presidencia y Vicepresidencia de la República, llamados a terciar en las elecciones de junio.
Concurrimos a dicho acto animados de un veraz espíritu pacifista –del que dimos prueba elocuente y palmaria en la grandiosa manifestación con que se recibió al Jefe del Partido a su regreso del exilio- y confiando en la sinceridad de la palabra oficial.
Grande fue nuestra decepción al constatar que, antes de iniciarse el acto, fuerzas de la Sección Segunda y del MNR iniciaron de improviso un ataque frontal contra los circunstantes, mediante piedras, laques y disparos de armas cortas.
Los camisas blancas de Falange Socialista Boliviana, que a la sazón hacían un cordón de honor y seguridad frente al local desde cuyos balcones debía efectuarse la proclamación, acudieron de inmediato a repeler la agresión de que se nos hacía víctima, protegiendo así la población allí congregada, en la cual se contaban mujeres y ancianos, que de otra manera, hubiesen sucumbido al ataque.
Ocasión es esta para exaltar el valor y la decisión con que actuaron los camisas blancas, repeliendo no uno, sino consecutivos asaltos de las turbas movimientistas al mando de Rolando Requena, que en ningún caso consiguieron romper su unidad. Y, oportunidad es esta también, para hacer notar al país que, los camisas blancas actúan como un símbolo de paz; con el pecho descubierto y sin armas en las manos, y en una gallarda expresión de noble juventud.
Bajo una lluvia de piedras y las detonaciones de armas de fuego, y cuando ya habían llegado a nuestro local nuestros primeros heridos, se dio comienzo a nuestro acto de proclamación. De ello, son testigos insobornables, el pueblo y los representantes de la prensa nacional y extranjera allí congregados.
Si bien fracasó el Movimiento en su intentona por disolver nuestra concentración, ha dejado, sin embargo, un saldo trágico de cuarenta heridos, un estudiante muerto Willy Paniagua Blanco, ha consecuencia de un disparo hecho por Rolando Requena, según las versiones recogidas, y tres desaparecidos, Carlos Portugal, gravemente herido y que fuera sacado de la Asistencia Pública por la gente de la Sección Segunda, Freddy Cortéz y Maldonado, todos falangistas.
El cadáver de nuestro camarada Paniagua, pese a la custodia que se hizo de nuestra parte en la Clínica San Luis, fue finalmente robado por la fuerza a mediodía de hoy, y sabemos que, valiéndose de artimañas harto conocidas, pretende ahora el MNR hacerlo aparecer como una víctima movimientista. Paniagua, además de ser estudiante, formaba parte de los camisas blancas.
Esta flagrante trasgresión de las garantías constitucionales que se nos deben por parte del gobierno, con su trágico resultado, nos mueve a elevar nuestra más vehemente y airada protesta ante la opinión pública del país y la conciencia internacional de América.
Y denunciamos al gobierno del MNR como directo interesado en perturbar el normal desarrollo del proceso democrático a que el mismo ha convocado a la ciudadanía, ante la inminencia de su derrota en las urnas, a fin de obligar a Falange Socialista Boliviana a tomar el camino de la abstención electoral.
Anunciamos además nuestra exigencia de que para concurrir a los comicios de junio, por ser directos responsables de lo acaecido ayer, sean destituidos de sus cargos los señores Federico Fortún Sanjinés y el Coronel Claudio San Román, Ministro de Gobierno y Jefe del Departamento de Control Político, respectivamente; facultad que, por otra parte, nos otorga el inciso 13 del artículo 21 del Estatuto Electoral y que ejercitaremos ante la Corte Nacional Electoral.
Ratificamos una vez más nuestra firme determinación de buscar en Bolivia un clima de verdadera convivencia civilizada y de ejercicio de una veraz y auténtica democracia.
La Paz, 27 de mayo de 1956.
Oscar Unzaga de la Vega
Jefe de Falange Socialista Boliviana y candidato a la Presidencia de la República
Falange Socialista Boliviana había convocado al pueblo de La Paz, consecuente con su postulación democrática y al amparo de las garantías constitucionales ofrecidas a la oposición por el gobierno, para efectuar la proclamación de sus candidatos a la Presidencia y Vicepresidencia de la República, llamados a terciar en las elecciones de junio.
Concurrimos a dicho acto animados de un veraz espíritu pacifista –del que dimos prueba elocuente y palmaria en la grandiosa manifestación con que se recibió al Jefe del Partido a su regreso del exilio- y confiando en la sinceridad de la palabra oficial.
Grande fue nuestra decepción al constatar que, antes de iniciarse el acto, fuerzas de la Sección Segunda y del MNR iniciaron de improviso un ataque frontal contra los circunstantes, mediante piedras, laques y disparos de armas cortas.
Los camisas blancas de Falange Socialista Boliviana, que a la sazón hacían un cordón de honor y seguridad frente al local desde cuyos balcones debía efectuarse la proclamación, acudieron de inmediato a repeler la agresión de que se nos hacía víctima, protegiendo así la población allí congregada, en la cual se contaban mujeres y ancianos, que de otra manera, hubiesen sucumbido al ataque.
Ocasión es esta para exaltar el valor y la decisión con que actuaron los camisas blancas, repeliendo no uno, sino consecutivos asaltos de las turbas movimientistas al mando de Rolando Requena, que en ningún caso consiguieron romper su unidad. Y, oportunidad es esta también, para hacer notar al país que, los camisas blancas actúan como un símbolo de paz; con el pecho descubierto y sin armas en las manos, y en una gallarda expresión de noble juventud.
Bajo una lluvia de piedras y las detonaciones de armas de fuego, y cuando ya habían llegado a nuestro local nuestros primeros heridos, se dio comienzo a nuestro acto de proclamación. De ello, son testigos insobornables, el pueblo y los representantes de la prensa nacional y extranjera allí congregados.
Si bien fracasó el Movimiento en su intentona por disolver nuestra concentración, ha dejado, sin embargo, un saldo trágico de cuarenta heridos, un estudiante muerto Willy Paniagua Blanco, ha consecuencia de un disparo hecho por Rolando Requena, según las versiones recogidas, y tres desaparecidos, Carlos Portugal, gravemente herido y que fuera sacado de la Asistencia Pública por la gente de la Sección Segunda, Freddy Cortéz y Maldonado, todos falangistas.
El cadáver de nuestro camarada Paniagua, pese a la custodia que se hizo de nuestra parte en la Clínica San Luis, fue finalmente robado por la fuerza a mediodía de hoy, y sabemos que, valiéndose de artimañas harto conocidas, pretende ahora el MNR hacerlo aparecer como una víctima movimientista. Paniagua, además de ser estudiante, formaba parte de los camisas blancas.
Esta flagrante trasgresión de las garantías constitucionales que se nos deben por parte del gobierno, con su trágico resultado, nos mueve a elevar nuestra más vehemente y airada protesta ante la opinión pública del país y la conciencia internacional de América.
Y denunciamos al gobierno del MNR como directo interesado en perturbar el normal desarrollo del proceso democrático a que el mismo ha convocado a la ciudadanía, ante la inminencia de su derrota en las urnas, a fin de obligar a Falange Socialista Boliviana a tomar el camino de la abstención electoral.
Anunciamos además nuestra exigencia de que para concurrir a los comicios de junio, por ser directos responsables de lo acaecido ayer, sean destituidos de sus cargos los señores Federico Fortún Sanjinés y el Coronel Claudio San Román, Ministro de Gobierno y Jefe del Departamento de Control Político, respectivamente; facultad que, por otra parte, nos otorga el inciso 13 del artículo 21 del Estatuto Electoral y que ejercitaremos ante la Corte Nacional Electoral.
Ratificamos una vez más nuestra firme determinación de buscar en Bolivia un clima de verdadera convivencia civilizada y de ejercicio de una veraz y auténtica democracia.
La Paz, 27 de mayo de 1956.
Oscar Unzaga de la Vega
Jefe de Falange Socialista Boliviana y candidato a la Presidencia de la República
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